P A N G A E A
Reseñas

THE SAN JUAN STAR
San Juan, Puerto Rico
18 de septiembre de 1998

Lo que le atrajo inicialmente fue la seductiva sensación del agua en los pies descalzos, la arena entre los dedos, el sol en la espalda. Alfonso Silva Lee tenía solo once años cuando vio que su futuro estaba entre las criaturas marinas y la naturaleza.

Este joven nacido en Cuba, cuyo padre se había exilado de la isla hasta que Fidel tomó el poder, Silva Lee aprovechó el sitio de su residencia en Miami, contiguo a la bahía, para explorar el mundo de la costa y los peces. Esto marcó su futuro.

Durante los últimos tres años Silva Lee ha estado viviendo en Puerto Rico, y en su más reciente libro, Puerto Rico natural/Natural Puerto Rico ha aplicado su vida de estudios y de aventura acerca de las criaturas que viven en su tierra adoptiva.

Su familia regresó a Cuba cuando él tenía unos 13 años. Un día fue a la universidad, y se acercó a un seminario que pensó era acerca de osteología, pero que resultó ser de oceanología: quedó prendado. Luego fue uno dos estudiantes que hicieron los estudios en la Universidad Estatal de Moscú, donde terminó con una maestría en biología marina.

"Cuando terminé la carrera me conocía al dedillo la vida de la carpa, lo único que sabía acerca de los peces caribeños es que a veces salían del horno", dice Silva Lee.

Eso cambió pronto. Quizás él no era un experto en pargos tropicales, pero se había aprendido la metodología, y sabía bucear, así es que cuando regresó a Cuba empez a buscar, estudiar y catalogar un mundo rico y aun misterioso.

"Pasé siete años con el Instituto de Oceanología, navegando alrededor de Cuba en embarcaciones pequeñas", nos dice. "En aquel entonces era territorio virgen; pude experimentar el placer de bucear en sitios donde nadie nunca antes había estado. Y estudié cosas que nunca antes se habían visto. Pasé momentos formidables con todo aquel azul, la tranquilidad espiritual, los momentos de meditación, eso de enamorarse con una puesta de sol".

"Por suerte en aquellos tiempos el campo de la ciencia estaba desorganizado, y había tremenda libertad para trabajar", nos dice. "Luego, en la década del 70' todo se empezó a organizar, y todos los recursos fueron a parar a las investigaciones de interés económico inmediato. Los recursos para las investigaciones que no tenían un interés directo desaparecieron".

Silva Lee no abandonó sus estudios de la vida silvestre, sino que los continuó y expandió trabajando para distintas agencias del gobierno. Trabajó para el Ministerio de Turismo como ecólogo asesor, en el Ministerio de la Pesca, para una compañîa de cine submarino y para el Museo Nacional de Historia Natural. Se dió cuenta de que si los asuntos de vida marina causaban poca preocupación en la isla, la situación de la vida terrestre era similar.

Su primer libro fue escrito por un pedido. Se trataba de los peces y era para niños. El nos dice que lo escribió de casualidad.

"Ocurre que me corté un tendón en la mano derecha" nos cuenta, "y aunque soy zurdo, me dieron un mes entero para reponerme en casa. Fue en ese mes que escribí el libro".

Aunque ha escrito numerosos artículos científicos para revistas especializadas, su manera de escribir sigue siendo sorprendentemente amigable y accesible. Las avispas son los verdaderos inventores del papel, los comejenes viven en hoteles y están regidos por una "pareja real" que en realidad es esclava de la reproducción, y las arañas son cazadores solitarios que de pequeñas se dispersan mediante la "técnica" del papalote.

Las fotografías también tienen la calidad de las de National Geographic. Silva Lee ha tirado casi todas las fotos que aparecen en sus libros con una cámara que le vendió una vecina en los años setenta. Al principio no le gustaba mucho tirar fotos; ahora le encanta, pero solo de animales de más de dos patas. No le gusta fotografiar gente.

Puerto Rico natural/Natural Puerto Rico es parte de una serie Natural de la editorial Pangaea, en St. Paul, Minnesota. Es una serie bilingüe dedicada a la naturaleza de los países latinoamericanos. Silva Lee también escribió para ella Cuba natural.

Su próximo proyecto es un libro con muchas ilustraciones, pero no sabe aún qué editorial lo publicará, ni nos da otros detalles acerca del contenido. El ahora está como escritor independiente, viviendo cerca de Coto Laurel. Después de varias visitas a la isla se decidió a vivir aquí.

"Yo llevaba cerca de año y medio sin trabajo, porque había renunciado a mi puesto en el Museo Nacional cuando cambió la dirección", dice Silva. "Tenía tres o cuatro manuscritos de libros infantiles que llevaban ya cerca de diez años sin publicarse. La gestión editorial en Cuba está prácticamente muerta; o al menos parece tener una enfermedad terminal. Y tenía que abrirme paso. Había grandes dificultades para obtener película fotográfica, para revelar los rollos. Estuve varias veces en Puerto Rico y luego regresé a Cuba. Al final, cuando las perspectivas se hicieron peores, decidí no regresar".